Muchas gracias, a todos y a todas, por haber participado en el
Concurso de Micorrelatos de terror convocado por la Biblioteca.
Seguiremos con más convocatorias. Os presentamos el relato que ha ganado.
Disfrutad con él...
La Espera
La
vida sigue. Sigue siempre. A ritmo loco. A pasos lentos. Y yo sigo aquí. No me
acuerdo de las cosas. Veo el mundo a distancia. Mejor sería decir siento el
mundo a distancia. Serán los años. No recuerdo cuántos. Ese olor a cerrado.
Nadie viene a verme. Me acostumbré a esta soledad silenciosa y oscura. Hoy
sopla mucho el aire. Se cuela entre la madera. Esta humedad. El reuma ni lo
noto. No cambiar de postura me mata. Imposible moverme. Hace tiempo que ni lo
intento.
Oigo
voces. Gente murmurando. Alguna risa. Algún llanto. Siempre igual. Siempre el
mismo día. Después nada. Todo vuelve a la normalidad. Y yo sigo aquí. Nadie
vino a verme. Ya no sé llorar.
La
madera se ha podrido. La tierra abraza mis huesos. La tierra arropa mi alma.
Hoy día de difuntos. Nadie vino a verme. Hace frío. Nadie me recuerda. Nadie me
llora. Otro día solo. El año que viene será distinto.
Cuanto
moho, cuanta humedad……
"Os presentamos uno de los microrrelatos finalistas en
el I Concurso de microrrelatos de terror organizado por la Biblioteca
del IES de Tineo." su título es "Viernes
13" y su autora es Ana Lucía Pérez González de 1ºESO-B.
Viernes 13
Voy a relataros una
historia que me sucedió cuando apenas tenía ocho años.
Era viernes 13, cuando
salí de mi casa para recoger unas cartas que nos habían mandado unos amigos de
Europa, cuando me di cuenta de que alguien me seguía. Miré hacia atrás pero no
vi nada. Me dispuse a seguir mi camino, cuando llegué a la oficina de correos.
El esmerado funcionario que me atendió me aseguró que no había ninguna carta
para mí. Yo, asombrada, volví a mi casa, pero esta vez me desvié por una callejuela
para llegar antes. De pronto, alguien o algo me tapó la boca y al instante me
desmayé. Cuando desperté, estaba encerrada en una habitación oscura y lúgubre.
Un hombre encapuchado entró y encendió la luz. Me pidió que le diese las
cartas, unas cartas que yo no tenía y que no alcanzaba a entender el desbordado
interés que mostraba en ellas. Entonces sacó un cuchillo, me lo puso en el
cuello, di un enorme grito y… me desperté sobresaltada y temblorosa. Eran las
siete de la mañana del viernes 13 de octubre y me sentí aliviada al darme
cuenta de que todo había sido una horrible pesadilla.
Ana Lucía Pérez González - 1ºB
Ana Lucía Pérez González - 1ºB
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