En
nuestra sección “Nuestros estudiantes por el mundo” recibimos el reportaje
elaborado por María González Solís, alumna del centro que este año está cursando 4º de
la ESO en Dublín y que nos cuenta su experiencia desde Irlanda:

Los primeros días fueron muy difíciles, pero
la familia que me acogió es muy agradable y se portó genial conmigo, lo que me
hizo las cosas un poco más fáciles. A medida que fueron pasando los días y las
semanas, empecé a disfrutar y aprender inglés como nunca.
En el colegio, a mi disgusto femenino, las chicas irlandesas están muy acostumbradas a acoger estudiantes españolas cada año y nos dieron una gran bienvenida, aunque eso no quiere decir que el primer día no fuera complicado. El primer día, a decir verdad, fue uno de los peores de mi vida, me preguntaba constantemente quién me había mandado a mí venirme aquí, y estaba deseando volverme a casa. Ese pensamiento duró solamente una semana, dos como mucho, ya ni lo recuerdo, porque ahora estamos a diciembre y estoy disfrutando de esta oportunidad todo lo que puedo. Las clases son muy amenas y entretenidas, los profesores son muy agradables y nos ayudan mucho cuando no entendemos algo. Son un poco más cortas que en España, y hay menos cantidad y variedad de asignaturas. La cosa que más me ha sorprendido en cuanto a las clases es lo tranquilas que son las chicas en clase, casi nunca hablan.En España nos pasamos el día hablando con el compañero de al lado y riéndonos, pero aquí no. Es más, las españolas somos las únicas que lo hacemos. Los contenidos son más sencillos que en España, y eso que estoy en quinto año, que correspondería a primero de bachiller a pesar de ser en inglés los estudios se hacen llevaderos.
He conocido a un montón de gente nueva, tanto española como irlandesa, he aprendido mucho inglés, y estoy viviendo una experiencia nueva e intentando aprovecharla. A veces, me dan momentos de bajón en los que lo único que quiero es irme a Tineo a ver a mis amigos y mi familia, pero me reconforta mucho pensar que esto es pasajero, todo esfuerzo tiene su recompensa, y en navidades podré verlos a todos otra vez. La cosa que más me sorprendió fue lo feliz, agradable y educada que es la gente. He conocido a gente que tiene un montón de problemas y que intenta seguir para adelante a pesar de todo, y con una sonrisa en la cara. En las tiendas, supermercados y en la familia, tienes que decir gracias por todo, absolutamente todo, una cosa que deberíamos de aprender a hacer los españoles.
Los fines de semana se pasan súper rápido, se podría decir que cierras los ojos el viernes por la tarde y los abres el domingo por la noche. Lo que suelo hacer es pasarlo con la familia y mis amigos. El viernes y el sábado salimos a dar una vuelta por el pueblo o cogemos un bus a Dublín y conocemos un poco la ciudad. Los domingos es el día familiar y lo paso con la familia o estudiando si tengo deberes.
Espero que haya animado a alguno de vosotros a repetir
la experiencia que estoy pasando, porque el inglés es necesario para todo y es
una cosa básica que todos necesitaremos.
Por eso si tenéis la oportunidad de hacerlo, no dudéis, o os arrepentiréis. Si
alguno está interesado en venir a Irlanda podéis contactar conmigo y os puedo
recomendar familias, pueblos o lo que queríais. ¡Saludos desde Irlanda!"
Reportera: María González Solís
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